Cifras que hablan
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Cifras que hablan
Según el Barómetro de la Soledad No Deseada en España 2024, elaborado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES), una de cada cinco personas sufre soledad no deseada. Dos de cada tres llevan más de dos años en esta situación, y un 59% más de tres años. En total, la soledad crónica afecta al 13,5% de la población”.
Esta dolencia afecta especialmente a las personas mayores, grupo poblacional cada vez mayor en nuestras sociedades occidentales. En 2020, había en el mundo 1000 millones de personas con 60 años o más. Esa cifra aumentará a 1400 millones en 2030, lo que representa una de cada seis personas en todo el mundo. El aislamiento social y la soledad, que aquejan a cerca de una cuarta parte de las personas mayores, son factores de riesgo clave para padecer afecciones de salud mental en etapas posteriores de la vida, afirma el barómetro.
¿Qué situaciones personales aumentan la vulnerabilidad a sufrir soledad no deseada?
Relacionarse más en línea que de forma presencial con otras personas.
La prevalencia de la soledad es aproximadamente el doble entre quienes se comunican con sus familiares o amistades a través de medios digitales que entre quienes se comunican principalmente de forma presencial (38 % frente a 17,6 %) .
Estar en situación de desempleo y, por tanto, tener dificultades económicas
Entre 30 y 55 años la prevalencia de la soledad entre las personas en desempleo es el triple que entre las ocupadas. La disponibilidad o carencia de medios económicos es importante en el sentido que implica una mayor o menor capacidad de participar en actividades sociales en las que relacionarse.
Vivir solo/a por no contar con nadie que pueda o quiera vivir con ellas
La prevalencia entre las personas que viven solas por no contar con nadie que pueda o quiera vivir con ellas es más del doble que entre las personas que viven solas por elección (62,2 % frente a 25,4 %)
Contar con una discapacidad
Las personas con discapacidad sufren una prevalencia de soledad no deseada 30 puntos superior a las personas sin discapacidad (50,6% frente a 19,1%). Las mujeres con discapacidad afirman sentir soledad no deseada en mayor proporción que los hombres (54,3% mujeres frente al 45,7% hombres).